En un mundo cada vez más interconectado, los campos electromagnéticos (CEM) están presentes en nuestra vida diaria, especialmente en las zonas urbanas donde la concentración de dispositivos electrónicos, torres de telecomunicaciones y redes eléctricas es mayor. Este aumento de exposición ha generado preocupación, muchas veces alimentada por desinformación y especulaciones. Sin embargo, la mayoría de los estudios científicos y las normativas internacionales vigentes indican que los CEM en entornos urbanos son seguros cuando se respetan los límites establecidos.
¿Qué son los Campos Electromagnéticos?
Los CEM son una combinación de campos de fuerza eléctricos y magnéticos invisibles. que pueden transportar energía. Están presentes en dispositivos como teléfonos móviles, electrodomésticos, antenas de telecomunicaciones y redes eléctricas. Estos campos pueden ser clasificados como radiación ionizante (rayos X, rayos gama) y no ionizante (como los CEM de baja frecuencia).
En las ciudades, los CEM pertenecen mayormente a radiación no ionizante, que no tiene la capacidad de romper enlaces moleculares ni causar daño celular directo. Este tipo de radiación está presente en la mayoría de los dispositivos que usamos diariamente, como smartphones, Wi-Fi y redes eléctricas.
Mitos Comunes sobre los Campos Electromagnéticos
Uno de los mitos más extendidos es que los CEM en áreas urbanas pueden causar enfermedades graves como el cáncer. Si bien existen estudios que exploran los efectos de la exposición prolongada a CEM, hasta la fecha la evidencia es limitada y lo que se tiene es que se han clasificado las radiaciones no ionizantes como posiblemente cancerígenas para los humanos, lo que invoca el principio de precaución en las diferentes regulaciones a nivel mundial.
Otro mito frecuente es la creencia de que las antenas de telecomunicaciones, especialmente con la llegada de las redes 5G, emiten niveles peligrosos de radiación electromagnética. Las frecuencias utilizadas por el 5G, al igual que sus predecesoras (2G, 3G, 4G), adecuadamente diseñadas y desplegadas, están dentro de los límites de seguridad establecidos por la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante (ICNIRP) y otros organismos reguladores.
Realidades Basadas en Evidencia Científica:
La evidencia científica disponible muestra que los niveles de CEM en áreas urbanas adecuadamente planificadas están muy por debajo de los límites considerados peligrosos para la salud humana. Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han evaluado múltiples estudios a lo largo de décadas y han establecido guías que regulan la exposición a estos campos, asegurando que los límites sean protectores de la salud pública.
Los estudios revisados por la OMS han demostrado que la radiación emitida por dispositivos cotidianos, como teléfonos móviles y Wi-Fi, no representa un riesgo significativo cuando se mantiene dentro de los parámetros establecidos y se utilizan adecuadamente de no hacerlo, los efectos comprobados son calentamiento de los tejidos y estimulación nerviosa
Regulaciones y Protección en Entornos Urbanos:
Para garantizar la seguridad de la población, muchos países han adoptado regulaciones estrictas sobre la exposición a los CEM, donde se evalúa de manera continua que los límites se estén cumpliendo. En el caso de México, por ejemplo, las normativas para los temas de telecomunicaciones se alinean con las recomendaciones de la ICNIRP y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para asegurar que los niveles de radiación en zonas residenciales, comerciales e industriales se mantengan dentro de márgenes seguros, no obstante, se carece de un monitoreo y evaluación continuo que garantice que las normas se cumplen.
Las auditorías y mediciones periódicas en lugares públicos, como hospitales, escuelas y zonas cercanas a antenas de telecomunicaciones, son esenciales para verificar el cumplimiento de estas normativas.
Ahora bien, para el caso de la exposición a CEM en ambientes laborales, México cuenta con una norma de mas de 30 años que se encuentra completamente desactualizada y desalineada de cualquier recomendación internacional.
El Futuro de los Campos Electromagnéticos en Zonas Urbanas:
A medida que la tecnología avanza y las ciudades se digitalizan más, la presencia de CEM en el entorno urbano seguirá aumentando. Sin embargo, el desarrollo de nuevas tecnologías también está acompañado de investigaciones científicas que garantizan un uso seguro de estas innovaciones. Un ejemplo claro es la evolución de las telecomunicaciones con la llegada del 5G, que si bien ha sido objeto de controversia, se ha demostrado que si se diseña y despliega correctamente, opera dentro de los límites de seguridad.
Podemos concluir que, aunque los campos electromagnéticos han sido fuente de preocupación en las últimas décadas, la evidencia científica y las regulaciones internacionales confirman que cuando existen regulaciones nacionales actualizadas y mecanismos de control y verificación de los niveles de exposición, se tienen ciudades seguras. En México, iniciativas como Espacio Seguro de CEM se especializan en la medición de estos campos, asegurando que los entornos urbanos, industriales y residenciales cumplan con las normativas establecidas. Tanto nacionales como internacionales combatiendo así los mitos y la desinformación para evitar temores infundados o desacatos a las normas que puedan poner en riesgo la salud pública.